El grafiti más bello del mundo
De este texto de Raúl Zurita, que publicamos originalmente en nuestra antología 'La experiencia del amor', extraemos un fragmento para la compilación 'Habla, ciudad', que conmemora el Día del Libro 2025.
28 abril 2025
© M. Clark, ‘Asterisk’ (detalle), 2024.
Es una muestra del sentido que puede tener todavía la palabra creación y la vi años atrás rayada sobre la pared de un barrio periférico de São Paulo. Es el grafiti más bello del mundo y es posible que todavía exista. Sobre un muro muy viejo alguien escribió: «María, yo te amo». La pintura estaba descascarada y era apenas visible por la antigüedad. Más abajo, pero ahora la pintura era absolutamente nueva, reluciente, otro, quizá el mismo, agregó: «María, yo te sigo amando». Arriba del muro el cielo se parecía a una promesa y por un instante volví a ver las patrias imaginarias: el rostro de esa María sobre el horizonte, suspendido, copando el cielo.
Los poemas son una síntesis de las vidas incompletas. A menudo se tiene la sensación de que la existencia misma, de que estar vivo, es una dedicatoria; que sentir, respirar son cosas que hacemos para dedicárselas a otro. En un mundo más benigno, el arte probablemente dejaría de ser necesario, ya que la vida, cada partícula, cada emoción humana, sería en sí misma un poema, la más vasta de las sinfonías, un mural hecho con los cielos, las cordilleras, el Pacífico, las orillas de las playas y los desiertos. Entre la poesía y el amor no mediarían, entonces, palabras.
La mayoría de los hombres y de las mujeres hablan solos por las noches. Antes de dormirse ensayan diálogos imaginarios y perfectos con seres que quisieran que en ese momento estuviesen allí. Esa es tal vez la máxima devoción por el otro, lo máximo que nos es permitido, la mayor muestra de nuestra impotencia y anhelo. Hablo con mis héroes y heroínas de la noche arrasado, roto de amor. A veces es tan real el peso de sus brazos anudados en mi cuello que he llegado a creer que perdurarían al despertar, que estarían allí a la llegada del día. Debe haber algo, una intensidad sostenida contra todo, anidada en el fondo de nosotros mismos, que nos permita quebrar la vacuidad de un tiempo sin entusiasmo, sin fervor. Debe haber algo, un entusiasmo, una pasión, un delirio, que nos lleve a rompernos nuevamente para que de entre los excrementos y las lágrimas de ese derrumbe volvamos a apostarlo todo por una nueva emotividad, por una nueva belleza.
Emocionados o suicidas. Como si emergiera de un letargo, pareciera que la única inteligencia que puede decirnos algo en el mundo de hoy es la inteligencia de la piedad y del ardor. Las palabras que empleo: pasión, amor, fervor, misericordia, se han vuelto extrañas; sin embargo, un solo segundo de compasión, de creación o de locura pueden significar, en una vida verdadera, una maravilla infinitamente más fuerte que todos los razonamientos y claudicaciones del buen sentido. María, yo te amo. María, yo te sigo amando. Allí, sobre ese muro paulista, está dicho algo que ningún ensayo sobre arte ni ningún congreso internacional de literatura podría contener.
Es la apuesta sin fin. Solo la irrupción de una nueva afectividad, abrupta, desolladora, puede transformar a un hombre y mujer en algo más que sí mismos. Ese es el único significado de la palabra creación que aún hoy puede contar. Todo lo demás es la administración de la tristeza. Saludo entonces al artista anónimo que sobre un muro escribió (o padeció) el grafiti más bello jamás pensado. La frase que contiene todas las lealtades y las promesas de este mundo, todo el sueño del futuro, todo el dolor de la invencible muerte.
Raúl Zurita (Santiago de Chile, 1950) es poeta chileno. Ha recibido distinciones y premios como el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. El apasionamiento y la intensidad están presentes en su obra con una fidelidad notable. Esta energía no solo es temperamental, sino temática.
«El grafiti más bello del mundo» es parte de la antología La experiencia del amor, editada por Gris Tormenta en 2023 y reeditada en 2024. El libro compila tentativas y miradas interiores a lo largo de una vida, escritas por doce autores después de una vida plena, alrededor del amor. El fragmento que presentamos aquí se incluyó en la compilación Habla, ciudad, parte de una pequeña colección de libros que se obsequia, año con año, para celebrar la colectividad en la edición independiente en México.