El placer de habitar otros mundos

Les preguntamos a amigos, poetas, editores y escritoras qué leyeron este 2025 que los hubiera cautivado, sin importar el año en que se publicó. Los títulos que nos comparten forman una lista improbable a la que ahora le dedicamos un espacio en nuestra biblioteca, real o imaginaria.

10 diciembre 2025

Algo que nadie hizo, de Matías Aldaz
El Gran Pez

Me impresionó vivamente el trabajo de Aldaz con la lengua (entremezclando con el español el guaraní, el portugués o el alemán), una mixtura de voces y acentos, propia de territorios fronterizos, muy original y bien trabajada. El resultado es una novela poética y fragmentaria, en la que resuenan los ecos y las voces de quienes ya no están. Una fantasmagoría. — Francisco Llorca, editor en Las Afueras

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Vida real, de Brandon Taylor
Traducción de Juan Nadalini
Chai Editora

Es un libro aparentemente discreto, poco ruidoso, pero que enseguida logra conectarte con la contradicción de las emociones: la dificultad de relacionarnos, de convivir, de sentirnos parte de nuestro entorno, de ser consecuentes con nuestros sentimientos... No es lo que les ocurre a los personajes lo que realmente importa, sino la sensación que nos deja mientras leemos. Esa extraña impresión de que dentro de una persona coexisten desde el amor hasta la crueldad, y que, quizás, ser humano sea simplemente esto. — Lluïsa Matarrodona, coordinadora de Anagrama México

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A mais recôndita memória dos homens, de Mohamed Mbougar Sarr
Traducción al portugués de Diogo Cardoso
Fósforo

Esta obra te atrapa por muchos motivos: la historia, la construcción de personajes, la estructura narrativa polifónica. También es una obra que refleja el mundo literario, mostrando las piezas del tablero, sus relaciones y contradicciones. Creación artística, carrera literaria, la relación con editores, la crítica, el colonialismo. Está todo ahí en este laberinto escrito con maestría. — Cecilia Arbolave, editora en Lote 42

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Un lugar soleado para gente sombría, de Mariana Enriquez
Anagrama

El más reciente libro de relatos de Enriquez, cuya fama de autora de terror quizás alejará a lectores que buscan cosas complejas. Sus relatos son creativos y complejos. — Enrique Murillo, editor y autor de Personaje secundario

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Todo lo que amamos y dejamos atrás, de Elisa de Gortari
Alfaguara

Siempre pienso que la imagen de que te vuela la cabeza es un poco exagerada, pero en este caso es muy acertada. Esta novela te vuela la cabeza porque el mundo que construye es tan sobrecogedor que parece que no hay espacio para el amor o la ternura y, sin embargo, las emociones te revuelcan. Es un libro que te hace llorar y pensar y cuestionarte todo. — Anaclara Muro, autora de Electrocauterización. Algo como una llaga, Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2025

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Odisea, de Homero
Traducción de Carlos García Gual
Alianza Editorial

Lo que más disfruté de esta lectura fue la sensación de estar descubriendo cosas todo el tiempo. Se supone que ya sabía de qué se trataba, pero no era verdad. La Odisea posee un arsenal de técnicas para contar sus historias que haría palidecer a cualquier narrador pretendidamente moderno y disruptivo. — Eduardo Huchín, editor de Letras Libres

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Se acabó el recreo, de Dario Ferrari
Traducción de Carlos Gumpert
Libros del Asteroide

Me gustó porque desentraña de manera irónica y cáustica los mecanismos del mundo universitario y, a través de ellos y con los años de plomo italianos como trasfondo, habla con rara lucidez del hacerse adulto y de la consecuente búsqueda del propio lugar en el mundo. — Giuseppe Grosso, editor en Altamarea

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El pequeño Gatsby, de Rodrigo Fresán
Debate

Un homenaje a una novela que, de tan perfecta, no me apasionó; pero la pasión de Fresán me obliga a releerla. — Enrique Murillo, editor y autor de Personaje secundario

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Jonathan Strange y el señor Norrell, de Susanna Clarke
Traducción de Ana María de la Fuente Suárez
Salamandra

Cada mañana le contaba a mi hijo lo que había leído el día anterior y él en la escuela se lo contaba a su mejor amigo. Pocos placeres se comparan con el de habitar durante más de mil páginas un mundo así de fascinante. — Jazmina Barrera, autora de La reina de espadas

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La frontera encantada, de Giuseppe Caputo
Random House

Novela liminal en la que lo fantástico, lo deseante, lo inconsciente, lo irónico, lo estético y lo político se ponen en juego para construir una obra de profunda originalidad y belleza que abraza la libertad y el deseo. — Alejandro Cruz Atienza, director de publicaciones en El Colegio Nacional

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Rengo Yeta, de César González
Reservoir Books

Una suerte de continuación del niño resentido. Un libro que cuenta el fin de la infancia villera sobre la acribillada carne de su protagonista. Sin caer en los lugares comunes de la autoficción proletaria (ni en la forma ni en el contenido). 
A veces no sé cómo César ha sobrevivido a tantas violencias —empezando por la estatal—, pero sé que lo hizo para alzar su voz, cual ave fénix tumbera, y traernos este relato descarnado de lo que nunca debe volver a repetirse. Y sí, queridxs, la educación artística salva y empodera también esas vidas que muchos todavía consideran despreciables. Privado de la libertad, encuentra un camino hacia lo más genuino de sí mismo, un viaje por la lengua y el arte en toda su potencia. — Dolores Reyes, autora de Cometierra

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Marimonda, Mario Escobar Velásquez
Fondo Editorial ITM, colección Bicentenario de Antioquia

Un mono araña cautivo en una casa de campesinos logró fugarse, emprende su regreso a la jungla. Este libro, con una prosa exuberante, nos lleva por los viajes de la naturaleza animal, a sentir lo que una marimonda que quiere olvidarse de su truncada civilidad humana. — Santiago Rodas, escritor, editor independiente y muralista

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Tarántula, de Eduardo Halfon
Libros del Asteroide

Un narrador-niño que cuenta desde su adultez —mezclando ficción con autobiografía de manera impecable— una de las peores pesadillas vividas por él en un espacio en donde se suponía que sus padres lo mandaban para que la pasara bien (un campamento para niños judíos en Guatemala). — Yael Frankel, autora de Pequeños lectores

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Los galgos, los galgos, de Sara Gallardo
Fiordo

Me pareció muy lograda la forma en que se articulan el campo y la ciudad, ese contraste funciona con mucha fuerza. El protagonista, a ratos exasperante, se vuelve sin embargo profundamente entrañable: un personaje desorientado, incapaz de hallarse en ningún lugar. —Alonso Salmerón, socio en Nadie Distribuye y fundador de la librería El Desastre

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Mojk’jäyä / Mokaya, de Mikeas Sánchez
Pluralia

Me emociona mucho lo que escribe esta autora, ya que crea un universo poético donde la memoria y la lucha ancestral ante las injusticias de este sistema son conscientes de su tradición y del legado tan vital que el zoque y las culturas originarias aportan a una consciencia global actual. — Maricela Guerrero, poeta

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