Algunas de las lecturas favoritas de Gris Tormenta en 2022
Presentamos aquí una breve selección, sin orden y sin categorías, de los libros que leímos este año: las lecturas de ocio de quienes trabajamos en la editorial. Libros con una voz, una atmósfera o una construcción que no olvidaremos en mucho tiempo.
17 noviembre 2022
Solo nosotros, de Claudia Rankine
«En las páginas impares, las reflexiones de la autora; en las pares, las verificaciones (imágenes, notas, fuentes) que las sustentan. Un inusual tratado en torno a la raza.»
Todo es comparable, de Oscar Tusquets
«Lo compré seducido por el concepto del título, pero descubrí una voz nueva. Luego conseguí todo lo que pude de él. Hay ensayos extraordinarios.»
Sónechka, de Ludmila Ulítskaya
«Leí esta novela dos veces: la primera porque no podía parar y la segunda para detenerme en los detalles, en las imágenes, en las frases. Asombra mucho lo que hace.»
Diarios, de Rafael Chirbes
«La idea de una escritura del futuro le parecía una excusa para fingir que todo ese desorden en que se había convertido su vida tenía un sentido; una brújula que lo guiaba.»
Del dolor y la razón, de Joseph Brodsky
«Lo leí buscando algo específico, que nunca encontré. Pero encontré un autor y una manera de ver y escribir el mundo que he adoptado como mías.»
La vida material, de Marguerite Duras
«Hay tensión: todo el tiempo se puede sentir la disputa entre la autora y la voz. Podría ser un libro sobre nada, pero también un ensayo fragmentario sobre la entropía.»
Village Bells, de Alain Corbin
«Un libro sobre cultura campanaria, paisajes sonoros, la ruptura de lo inmemorial. No es la escritura, sino las intenciones, lo que evoca, esconde, representa.»
Un futuro anterior, de Mauro Libertella
«Un libro sobre el amor y la amistad como sentimientos encontrados, pleno de recuerdos de experiencias del pasado. Recomiendo muchísimo a mayores de 40.»
Notas para un seminario sobre Foucault, de Mario Montalbetti
«Un poemario estructurado en ocho sesiones de una ficticia conferencia académica. Creo que dialoga mucho con nuestro Ilegible.»
El pueblo en la guerra, de Sofia Fedórchenko
«Un libro casi inverosímil, publicado hace un siglo, precursor de Alexiévich. Mientras lo leía me preguntaba cómo se puede hacer tanto con tan “poco”.»
Autorretrato, de Celia Paul
«Descubrir algo de la vida de Lucien Freud a través de la escritura de Paul: una crónica familiar que aparece en el libro y en sus pinturas; una crónica llena de fantasmas y apariciones.»
En un principio era el hambre, de Chantal Maillard
«De la lectura salía un silencio extraño, y al terminar casi cualquier fragmento se quedaba una estela que condensa muchas de las razones por las que leo.»
El árabe del futuro, de Riad Sattouf
«Una narración gráfica de la mirada inocente de un niño que actúa como cronista: su voz conecta ese pasado que vivió con el presente y el futuro del mundo árabe.»
Guerra y paz, de Lev Tolstói
«Es como hacer un viaje inmenso, regresar y recordarlo; es el mismo tipo de memoria. O como ir a un museo, tomar el cuadro que más te gusta, llevártelo a tu casa y vivir con él; poder contemplarlo a cualquier hora, a solas.»
Mundos habitados, de Roberto Merino
«La búsqueda de identidad y pertenencia que comienza en el niño y luego en el adolescente. Un texto entre la realidad y la ficción, lleno de recuerdos del pasado.»
Ficciones verdaderas, de Tomás Eloy Martínez
«Gran ejercicio sobre los orígenes de los libros, sobre la realidad en la ficción, sobre las posibilidades del libro en el mundo.»
Apuntes 1, de Elias Canetti
«Detonante: podría ser un libro que abres al azar y de lo que salga escribir un aforismo, una reflexión, un ensayo, un cuento.»
En verano, de Karl Ove Knausgård
«Hay ensayos extraordinarios, como “Avispas”. Hay pocos ensayos malos, pero los hay: parece que nadie edita el conjunto.»
Hija ilustre, de Bernardita Olmedo
«Surcos del Territorio es una colección de libros de La Pollera que narran la experiencia de crecer en un pueblo; una radiografía sentimental. Este me parece el más íntimo y potente hasta ahora.»
Banco de pruebas, de Mario Muchnik
«A Muchnik le interesaba la ontología de la edición, y además escribía sobre ello: una rareza. Una lectura que aclara la valoración de la independencia editorial.»